Cultivos tradicionales para el maíz

Cultivos tradicionales para el maíz

  • 1).- Barbecho o subsoleo.
    2).- El rayado seco
    3).- Rastreada.
    4).- El rayado húmedo.
    5).- Técnica de siembra. (a pie o de cajete)
    6).- El deshierbe.
    7).- La orejera.
    8).- Pizca y corte.

  • Si bien es cierto, que abordar a escala municipal el grande problema del deterioro ambiental y la degradación ecológica, y aun mas difícil el problema de los precios generales y de garantías de los productos del campo, plantear su control o su definición en una meta no factible, en este nivel, sin embargo hay planteamientos que se pueden lograr a escala municipal, considerando que es una unidad organizativa y cultural que se mueve en un plano energético similar.

    La propuesta que hacemos es iniciar un diagnostico de las formas tradicionales que este pueblo tiene para el acopio, conservación, optimización, abastecimiento y distribución del agua, pues las condiciones de su hábitat, marcan como constante, la escasez, y eventualmente la excesiva presencia de agua en un vaivén errático de este liquido.

    Todas estas obras y estrategias, técnicas y procedimientos buscan captar, aprovechar, optimizar el agua , desde una pauta tradicional, cultural, es un conocimiento pues que se ha perfeccionado a lo largo de los siglos, estos son los procedimientos que requieren de un incentivo potenciador, tal que permita a partir de ellos y con la aportación de las ciencias biológicas y la cibernética, desarrollarlos, pues al momento nos damos cuenta que son formas o sistemas de aprovechamiento del medio ambiente que se pueden tipificar como sustentables y de impacto ecológico suave, como explicaremos mas adelante.

    Y se constituyen a un sistema porque adquieren unidad, no se pueden separar una de la otra, sin ocasionar una ruptura en el mismo.


  • Los surcos atravesados o transversales

    Esta técnica de surqueado permite al suelo previamente labrado captar la mayor cantidad de agua de lluvia y retener el suelo que arrastra. Esta es una técnica propia de los terrenos con pendiente. Es una técnica eficaz cuando se generaliza, para la fabricación de mantos freáticos. Este surqueado se puede hacer con yunta o bien con tractor.

  • Los surcos en curva de nivel
    Esta es una técnica propia de los suelos con declive y/o temporaleros con lomeríos bien definidos. Por su forma permite la distribución del agua sobre el predio reteniéndola y diminuyendo la erosión, se hace con yunta.

  • Surcos de perennes asociados a cultivos anuales

    Este procedimiento consiste en colocar surcos de plantas perennes como los agaves (mezcalero, espadín, pulquero), higuerilla, nopal de muy distintas variedades a una distancia de 8 a 10 surcos. Esto permite diversificar la producción y guardar humedad, va asociado al maíz que a su vez se combina con fríjol y calabaza o bien se siembra el garbanzo solo en invierno, esta combinación permite no perder totalmente las cosechas, pues alguna tiene que dar, de las opciones sembradas, combinando ciclo corto, largo y perennes.

  • Las terrazas vivas

    Esta modalidad consiste en que se plantan carrizo, nopal, órgano, mezquite, zompanctle, rompecapa, pasto, chamizo, sobre el curso de hondonadas o barrancas de manga transversal, sobre bordos, linderos, cercas, etc. Para consolidar el terreno y reten suelo y humedad y al mismo tiempo se obtiene leña para combustible.

    Esta es una práctica que debe continuar, porque también proporciona sombra y frescura. También se hace de tierra y piedras y sobre ellas se planta pasto y carrizo y las otras plantas.
  • Las terrazas o albarradas

    Es una técnica muy antigua, se puede apreciar en el cerro de Dainzu, Mitla, se uso desde los tiempos prehispánicos.

    Se emplean diferentes materiales para su construcción tales como piedras, tierra compactada, espinos de mezquite y rompecapa, carrizo. Su función es evitar la erosión y hacer que el agua se extienda a la mayor cantidad de plantas posibles, sobre todo el terreno de ladera.
    Sin embargo debido al abandono del campo, esas obras se han deteriorado, por lo que se requiere rehabilitarlos.

  • El riego de inundación en el lomerío

    Es precisamente en las zonas de laderas, donde se practican tomas de agua, sencillas, hechas manualmente, por lo que son de poco caudal, mediante zanjas pequeñas se lleva a los terrenos de cultivo, previamente laborado. La mecánica consiste en captar el agua de lluvia la cual es retenida en las tomas y con una zanja se lleva al predio donde entra libremente por gravedad, sin necesidad de ser llevada surco por surco, bajo la vigilancia del campesino.

    Si el agua es excesiva se puede llevar a otros predios de otros campesinos, también es preciso recuperar esta técnica. Esta técnica se puede apreciar sobre el curso del arroyo Yullibelda.

  • La siembra preferencia en el temporalero

    Aquí se aprovechan los dos periodos de precipitación de lluvias mas altas en el valle, la primera es a fines de junio, parte de julio, la otra es en el mes de septiembre con la intermediación de la canícula.

    Sin embrago dicen los campesinos que el calendario de lluvias a variado (debido a los cambios climáticos planetarios), pero también ha variado la cantidad de agua que cae.

    Seleccionar el día de siembra y el tipo de grano que hay que sembrar se vuelve un asunto de “buena suerte” del azar hoy en dia, pues en ocasiones la canícula se prolonga, hasta secar las plantas.

    A pesar de que nuestros maíces criollos son resistentes a la sequía, hay ocasiones en que las plantas mueren. Este movimiento climático ha desanimado a mucha gente y han dejado de sembrar el campo.

    Anteriormente se empezaba a sembrar preferencialmente a partir del 18 de junio, la siembra de Santa Paula, y se terminaba hasta el 8 de julio en Santa Isabel, de esta manera las plantas reciben el agua totalmente de primer periodo, para aguantar la canícula.

    Sin embrago hoy se siembra hasta el 22 de julio en ocasiones, debido a estos lapsos de sequía periódicas, esta fecha corresponde a los fines de Santa Maria Magdalena. Hay que recordar que la canícula entra a mediados o fines de julio y sale el 25 de agosto totalmente, haciendo un total de 36 días, pero ya hemos visto como la canícula se prolonga hasta el doble de lo establecido, esto es 60 días, en ocasiones llega el 15 de septiembre y no ha llovido una gota de agua.

    Los campesinos siembran esperando continuidad en las lluvias, y que en el momento del espigamiento y jiloteo no falte humedad, que es cuando se requiere mas el agua.

  • El riego de inundación en el aluvión

    Estas son las tierras bajas, las tierras que llamamos gruesas y hay de dos tipos las cultivadas y las agostadas.
    Las tierras aluviales de cultivo, son aquellas que se inundan anualmente y en ella podía sembrar maíz de humedad de cajete (Bliaatz), esta humedad que se aprovechaba, provenía de esas inundaciones estacionales anuales que el agua al extenderse, ofrecía humedad durante varios meses. Hoy debido a las obras de drenaje implementadas por el estado, a lo largo del Valle de Tlacolula, las posibilidades de humedad residual ya no son factibles, la siembra de maíz en cajete ha desaparecido.

    También hubo un tiempo, cuando la hacienda estaba en auge, y hasta mediados de los 60’s, que se sembraba aun el trigo de invierno, y la alfalfa de humedad, esto es son riego en la superficie, con la humedad natural del suelo.

    Estas inundaciones permitían mantener grados de humedad variados, pero sobre todo permitían llevar agua al subsuelo, manteniendo las tablas de agua a veces a flor de tierra, lo que permitía que los pozos no bajaran de nivel, tanto para el abastecimiento domestico como agrícola.
    El agua de lluvia se aprovechaba al máximo, es preciso recuperar esta técnica de aprovechamiento del agua.

  • Agostadero aluvial

    Los terrenos aluviales, también comprenden tierras agostadas, son montes de uso común, para la obtención de leña, para pastoreo de ganado, pues es en esta área, que crecen pastos, tule, hierba mora, zacatón, pastos de agua salobre, pasto (guilla’a ze’e), y el ejote del mezquite (be’e), la rompe capa (ya chillii) huizache (ya chaa), también es área para cacería y pesca superficial.
    Sin embargo la función mas importante de este agostadero aluvial es que fija agua al subsuelo, de tal forma que conserva la humedad en el medio ambiente y mantiene los montes freáticos superficiales, no solo de la comunidad de de San Juan Guelavía, sino que también para los pueblos hortaliceros que se ubican río abajo, como Abasolo, Tlacochahuaya, Guelacé. Es un área aproximada de 150 hectáreas de aluviales agostados.

    Es preciso recuperar esta forma de acopio de agua, ya que las aguas de inundación fueron desalojadas por el canal rectilíneo que se trazo a lo largo del Valle, se termino en 1989 y hasta hoy no se ha podido recuperar el medio circundante, de este impacto terrible a si estructura establecida.

    - El agostadero de lomerío

    Son tierras que se aprovechan por los pastores con atajos de bovinos y ovinos, asnos y algunos caballos, tal vez en algún momento estas tierras fueron cultivadas, pero que fueron marginados del cultivo por ausencia o muerte de los dueños, y últimamente por la incosteabilidad del trabajo de campo. En el agostadero de lomerío, crecen los arbustos, agaves silvestres, biznagas, cactus, mezquite rompecapa, huizache, estas plantas ofrecen sombra y captan humedad de las lluvias, y crecen en el, yerbas y pastos que son las que aprovechan el ganado. También producen combustible, y material para las cercas pero sobre todo fijan agua al subsuelo.
    Es preciso cuidar estos agostaderos y no prenderles fuego.

    - Huertos de traspatio.


    En estos huertos cercanos a la casa o dentro de los solares, se siembran frutales, plantas de ornato, algunas plantas medicinales que se requieren en casa.
    En ellas encontramos desde tuna blanca, ruda, albahaca, yerba buena, yerba santa, alfalfa, etc.

    Almácigos de maguey, en pequeñas cantidades que las amas de casa cuidan y siembran, junto con los chiquillos.

    En algunas casas utilizan el agua de la cocina y del baño para regar o bien el agua que baja de los telados. Aquí aprenden los niños pequeños a cuidar las plantas y pequeños animales domésticos.

    - Tomas de retención y derivadoras.

    Son obras de irrigación de considerable volumen, pero que siguen siendo manuales, excepto el calicanto que es una obra colonial que ha tratado de ser rehabilitada, su función es subir el agua a los canales de riego, para que así sea llevada a los campos.

    Estos es que no almacena el agua, sino que es conducto derivador, lo que coadyuva, al llevar el agua por inundación, a conservar la humedad en el suelo, por largos periodos, hasta 3 meses, cuando la humedad es suficiente y el periodo invernal es fresco.

    Este sistema se utiliza en arroyos de buen caudal, en el temporal, tales como el Río Guela, el Arroyo Yullibelda, el Arroyo Geu Roo, el Arroyo Geu Sdoon, también en corrientes provenientes de caminos y hondonadas.

    Anteriormente para estas obras se utilizaba el tequio y la guelaguetza, las dos son formas de prestación de mano de obra, diferida, la primera encabezada por la autoridad, civil o religiosa y la segunda acordada cara a cara entre los integrados.

    - Las zanjas filtrantes

    La estrategia consiste en aprovechar también las avenidas estacionales del Río Salado, que procede de Mitla y Matatlán, los afluentes del salado que vienen de Santo domingo Díaz Ordaz, Santa Ana del Valle, Teotitlán del Valle, Macuilxóchitl, además de los arroyos que atraviesan el territorio de San Juan Guelavía, como son el Yullibelda, al Geu Roo y Geu Sdoon, que todos estos escurrimientos coinciden en desembocar en este vaso aluvial agostado (ver mapa), precisamente porque se dificulta el control del agua, sobre todo después de la hacienda porfiriana, que lograba su control por el establecimiento de presas derivadotas como el “Calicanto” y el mantenimiento constante de una red de zanjas para distribuir el agua a los campos.

    Esta red de zanjas llegó a tener una anchura sobre los terrenos planos desde los 500 mts. a los lados del lecho de los ríos, hasta dos kilómetros en los márgenes.
    Sin embargo y aquí esta la característica de esta forma de aprovechamiento del agua, que una vez que las inundaciones del tiempo de lluvias pasaban, era aprovechada la humedad que quedaba, que las zanjas seguían infiltrando el agua freática superficial que al avanzar algunos cientos de metros ya eran caudales importantes susceptibles de ser aprovechados para regar la milpa tempranera, alfalfa o alguna hortaliza.
    La clave de este sistema es aprovechar al máximo las inundaciones, yendo las aguas del “Saldo” mas lentos, pueden ser controlados surco por surco pudiendo rebalsar sobre los predios cultivados, permitiendo una absorción plena del agua.

    Dentro del riego de inundación, los canales cumplen cuatro funciones; primero llevar agua a los terrenos de cultivo o bien terrenos agostados, drenar en el momento en que el agua ya no fuera necesaria, cuando hay años buenos, y tercero, dispersar el agua al usarse varios canales a la vez, disminuyendo así el volumen de agua por zanja, así como la velocidad de la misma, permitiendo su absorción por los canales, fijando la humedad al subsuelo, favoreciendo la infiltración, reaprovisionando de manera natural las capas freaticas en las zonas de alimentación, mediante la extensión del agua, y que en cuarto lugar, cuando el período de inundaciones a terminado, aprovechar el agua superficial infiltrada para aprovechar el jugo, son pues tierras de jugo.

    El periodo de inundaciones empieza, a veces con las lluvias tempraneras de abril – mayo, aunque se intensifican en los meses de junio, julio y septiembre también sucede que a veces hay inundaciones tardías en octubre y noviembre, los canales dejan humedad residual, para las siembras de invierno.

    De esta manera las aguas freáticas, prácticamente se fabrican y son pautas culturales, que inciden en las condiciones del medio ambiente, por lo tanto deben ser tomadas para un proyecto ecológico de alcances globales, y hoy están entrando en crisis, por los procesos de migración y de abandono del campo, pero en un proyecto de restauración ecológica para la sobrevivencia, de tipo integral y retomado por los tres niveles de gobierne tanto a escala gubernamental municipal, estatal y municipal, debe ser un proyecto prioritario.
    Así tenemos que las zanjas filtrantes, pueden mejorarse y proyectarse hacia la construcción de galerías filtrantes con material mas durable y en una visión mas a futuro, recuperando el sistema como conjunto.
    Este sistema de acopio del liquido vital, fortalece el sistema de aprovechamiento de las tablas de agua superficiales, no solo en la comunidad, sino para os pueblos vecinos que son hortaliceros como Abasolo, Guelacé, Tlacochahuaya, Ru Gechi, o productores de básicos como Santa Cruz Papalutla.

    - Las tierras de humedad

    Como ya vimos anteriormente, los cultivos de humedad que se practican en el valle, concretamente en San Juan Guelavía, tienen su sustento en la humedad residual que dejan las inundaciones estacionales sobre terrenos agostados o bien sobre terrenos de cultivo, esto es por infiltración y fijación al subsuelo, desde luego que su acopio y captación sobre terrenos laborados es mucho mayor, todo el sistema esta conectado a uno solo.

    La humedad se conserva mediante laboreo y permite recoger dos cosechas de maíz criollo al año, es capaz de sostener sin riego, la planta de la alfalfa, a este tipo de suelo se le conoce como LIU BAA, a la milpa se le conoce como GUEEL BAA o XUUB BAA.
    Sin embargo en los últimos años este tipo de condición del suelo ha desaparecido, al desapareces las tomas de captación de agua, surcos, tomas, canales, tomas de retención como son los bordos, zanjas, abandono del campo.
    Una vez realizadas las labores de surqueado, el cultivo minucioso, el sembrador cava sobre el surco un “Cajete” con una coa en forma de media luna o “Bliatz” como se le conoce en zapoteco. El cajete tiene una forma de cóncava, esta forma le permite resguardar la humedad por más tiempo, el cajete puede ser hasta de 45 cms. De hondo, una vez localizada la humedad, se deposita la semilla, cuatro granos de maíz, combinado con semillas de fríjol y calabaza, el maíz puede ser blanco, antes era amarillo o morado-pinto (Beel Dub).
    Al desapareces la humedad, la técnica del cajete también casi desaparece, pero si se proyecta su recuperación, esta puede ser factible.

    En el censo del año 1970, todavía se reportaron 183.4 has. como tierras de humedad, como de riego 16.1 has. Y para 1994 – penas se sembraron 94 has. como tierras de humedad y/o riego. Se dejaron de trabajar como de riego cerca de 100 has. de las mejores tierras, que se convirtieron en temporaleros.