• En el año de 1980 nuestro municipio contaba con 3645 habitantes como población general, en 1990 esta población decrece a 2992, en el censo del año 2000 la tendencia hacia la baja continua hasta los 2914 individuos.

    Tan solo en el transcurso de 20 años, si tomamos como referente el censo de 1980 habrán emigrado 731 elementos, tanto hombres como mujeres, la mayoría de ellos jóvenes y adultos saludables y aptos para el trabajo, todos ellos son cabezas o responsables de familia, algunos de ellos con formación escolarizada.

    Sin embargo si consideramos que el crecimiento natural del valle de Tlacolula en este mismo periodo es de aproximadamente el 24%, es decir que en este mismo periodo habrán nacido aquí 911 individuos, los cuales habría que sumarlos a los 731 elementos que emigraron, lo cual hace un total de 1542 elementos, que hipotéticamente conformarían la población general, por lo que en este momento seríamos cerca de 5187 pobladores, pero esto como lo vemos no es así, la población no logro sostenerse ni siquiera estable o estática sino que decreció de manera abrupta.

    Pero este proceso de decrecimiento poblacional severo, también se presenta en estos momentos en otros municipios del área, de composición básicamente campesina, estos son; San Lucas Quiaviní, Santa Ana del Valle, San Sebastián Teitipac y la Villa de Díaz Ordaz, por lo que se logra establecer que no es un fenómeno aislado, sino más bien amplio y no solo regional.

    Ahora bien ¿Cuál es el sector poblacional que busca otras alternativas de subsistencia? Debemos recordar que a fines de los 30´s y principios de los 40´s, existe un movimiento agrario sumamente radical en San Juan Guelavía y se da un proceso de campesinización, los peones de la Hacienda adquieren sus parcelas, los antiguos dueños de la gran propiedad ven mermadas sus tierras y las formas de explotación basados en mano de obra de bajo costo, y de deuda permanente se derrumba dramáticamente.

    Por esta razón la estructura de poder establecida no solo a nivel comunidad, sino en toda la región y en el mismo Estado, se ven cambiados drásticamente en un proceso de recomposición, aparecen instituciones a la luz del movimiento agrario, como es el ejido, se hace visible la presencia del Estado a través del partido, aparecen con mucho mas vigor la escuela, que avanza con ímpetu y esto atrae relaciones de nuevo tipo dentro de los pueblos campesinos, en este caso del pueblo campesino-zapoteco de San Juan Guelavía:

    · El comportamiento de esta masa campesina es la que empieza a modificarse precisamente en esta oleada migratoria intensa de estas dos ultimas décadas y la mitad de lo que llevamos del 2000, este movimiento migratorio ha cambiado, la faz, el panorama de nuestra comunidad, pues se inicia un proceso de proletarización hacia los sectores industriales o urbanos, fuera del pueblo. Otra vez los dueños de la tierra se conforman en masas de asalariados que inundan las ciudades haciéndolas crecer inusitadamente, y Guelavía pone su cuota de personas.

    Para esto vamos a recurrir una vez más a las estadísticas demográficas que nos proporcionan los censos, que aunque no son absolutos, nos dan a conocer grandes tendencias de los fenómenos que estudiamos.

    A partir de 1980, que es cuando se da el descenso poblacional más dramático, la población de San Juan Guelavía era de 3645 habitantes en general, de los cuales 1531 individuos eran o componían la Población Económicamente Activa (PEA), es decir jefes de familia, responsables de unidades familiares, personas que tenían trabajo productivo y sostenían a la familia o parte de ella. De esta población (PEA) general, se dedicaban a la agricultura el 67% del total, o sea 1035 individuos responsables de Unidades Domesticas Campesinas, el resto 469, se dedicaban al renglón de servicios como maestros, policías, al trabajo asalariado, chóferes, albañiles, trabajadoras domesticas etc, esto ultimo representa el 33% de la PEA total.

    En el año de 1990 éramos en total 2992 habitantes, 653 individuos menos que en el 80, de los cuales 654 individuos conformaban la PEA general, de esto solo 386 cabezas de familia o responsables de Unidades Campesinas se dedicaban pues a la agricultura, esto representa el 59% de la PEA de este año, pero de la PEA agrícola de 1980 representa apenas el 37% de población dedicada a la agricultura, esto es el colapsamiento del trabajo del campo, por esto muchas parcelas y predios agrícolas empiezan a ser abandonados y se empiezan a enmontar en este periodo de abandono del campo.

    En resúmen entre 1980 y 1990, 654 jefes de familia abandonaron el trabajo agrícola, tenemos que reconocer que en general se da también una crisis generalizada del empleo, pues mientras que en 1980 el 42% de la población general tenía trabajo sea en la agricultura, el comercio, la industria o los servicios, en el 90, apenas un 21% de la población de ese momento tenía trabajo en cualquiera de los renglones, muy a pesar de que la población disminuyó abruptamente como ya se vió.

    Si hacemos el cruzamiento con el primer dato poblacional de migración, entre 1980 y 1990 hay un decremento de 653 individuos, que concuerda con el monto de elementos que abandonan el campo en la PEA agrícola del mismo período en total 649 elementos, sabemos ahora que son precisamente campesinos pobres y medios, la mayoría jóvenes y con cierta formación escolarizada, los que protagonizan esta búsqueda de alternativas, mas allá del trabajo campesino y por la vía de la venta de su fuerza de trabajo fuera de la comunidad, que ha terminado su formación en el seno comunitario y que ya esta apto y maduro para ser explotado en los diferentes polos de desarrollo tanto del país como de los Estados Unidos, es la proletarización transnacional.
    Cuando hablamos de campesinos, nos referimos básicamente a las personas que se dedican a trabajar el campo y viven de él, que trabajan en sus propios predios con cierta autosuficiencia, sean estos ejidales, pequeña propiedad o de tipo parcelero, que poseen sus propios aperos de labranza, sean yuntas y cuya extensión de terreno de cultivo, fluctúa entre las 5 Has. o menos, que pueden combinar el trabajo del campo con la artesanía el pequeño comercio y en algunos casos con la mediería, esto es el trabajo en terrenos de otros campesinos a medias, o bien con el trabajo temporal de asalariado; que en un momento dado pueden decidir vender parte de su producción al mercado, o sea no necesariamente se pueden dedicar al autoconsumo, y sobre todo que se consideran parte de una unidad comunitaria, que esta sembrada en los ancestros y que se da a través de relaciones y lazos de parentesco consanguíneo o ritual.

    De seguir esta tendencia poblacional migratoria constante y sostenida en decrecimiento, en dos décadas más, la curva nos mostrara que los campesinos habrán desaparecido de este municipio, sin embargo esto no es tan rectilíneo, ni tan mecánico.

    A pesar de este flujo migratorio intenso y permanente, la presión sobre el suelo es de reconocerse; San Juan Guelavía con 1786 Has. de extensión territorial, es de los municipios con mas habitantes por Km2, se ubica antes de San Juan Teitipac e igual que Santa Cruz Papalutla y Teotitlan del Valle alcanzando un rango de entre 201 a 250 habitantes , por Km2, esto según el censo de 1990, esto quiere decir que el suelo en su uso, sea como terreno cultivable, como agostadero o monte, o como solar se ha fraccionado a un grado muy alto, de tal forma que a cada unidad campesina le corresponde una extensión reducida de suelo, aproximadamente media Ha. por habitante.

    Entonces cual o cuales pueden ser las causas del abandono del campo en este municipio, entraremos a interpretar los datos estadísticos.

    a) Los Campesinos argumentan que el clima esta cambiando; en dos sentidos, que la intensidad de las precipitaciones ha disminuido es decir, que ha disminuido el numero de lluvias por año o temporal, es decir que la cantidad de agua que cae es menos que hace 20 años, y que el periodo de precipitaciones también ha variado, antes era mas estable ahora es mas errático, las lluvias que se aprovechaban para sembrar eran en el temporal el de Santa Paula a San Pedro, e incluso había siembras de marzo, abril o mayo, esto hoy ya no se da ni por asomo, este tiempo se movió.
    b) Antes había mas humedad en el subsuelo, por eso se sembraba el maíz y alfalfa de humedad en febrero y marzo, hoy la tierra se ha “resecado” y tal vez pueda sembrarse pero con riego, esto tiene que ser a partir de pozos, por lo que tenemos que depender de los mantos freáticos superficiales y/o profundos, los cuales están siendo abatidos rápidamente y así se vuelve un circulo vicioso.
    c) Otro es el aspecto humano, que tiene que ver con los precios de los productos agrícolas, la comercialización y los costos de producción.
    Guelavía es un municipio que tiene tradición maicera, productor de básicos, no tiene tradición hortalicera como Tlacochahuaya, Abasolo, Guelacé, Lachigoló, o ganadera como Rojas de Cuahutemoc o bien tradición artesanal como Teotitlán del Valle, Mitla o Matatlán.

    Guelavía era el granero del valle junto con Tlacolula, hacia 1960 y en parte de los 70´s Guelavía obtuvo excelentes premios estatales hacia 1950 por su inigualable maíz criollo.

    Sin embargo en 1990 el kilo de maíz criollo blanco costaba 90 centavos, y se mantuvo por mucho tiempo en un peso el kilo, es hasta 1996, que el precio del maíz se incremento a $2.00 (Dos pesos) y hacia el 2004 se incrementa a $3.00 (Tres pesos) comparados estos precios con los costos para hacer producir una hectárea de maíz resultaba realmente incosteable y sigue siendo incosteable hasta la fecha.
    d) Otro factor importante es que la escuela publica estatizada, así como las corrientes de pensamiento a través de los medios educativos de masas, han infundido la idea de que lo rural, el campo, lo indio, lo que tiene que ver con lo rústico y aldeano, está relacionado también con el atraso, la barbarie, el no progreso, manteniendo la idea de que lo urbano-industrial y cibernético es la culminación de la civilización humana y despierta un desdén hacía el trabajo campesino, el trabajo manual y duro del labrador, del aparcero.

    Cuadro de inversión mínima para trabajar una Ha. de terreno temporalero en suelo tipo vertisol o “tierra gruesa”, con las labores indispensables para producción de básicos con apoyo mecanizado, debido a la escasez de mano de obra y por lo tanto su elevado costo.